martes, 29 de julio de 2014

"Patios de Arcos" Dibujos.


Reflexiones sobre la luz


    En mis cuadros casi siempre trato de resaltar la luz, con más o menos fortuna. Pero últimamente me he dado cuenta de su verdadera importancia. Cuando la galería “Artis” de Salamanca me propuso participar en la colectiva “Homenaje a Rembrandt, el pintor de la luz” me pareció interesante hacer un estudio más a fondo sobre la misma. Por esas mismas fechas, realicé una individual en la sala “Julián Cuadra”, de Jerez de la Frontera para después llevarla a Arcos (salón cultural San Miguel). 
La Compota (100x81)
El texto del catálogo corrió a cargo del poeta arcense Pedro Sevilla titulándolo “La luz salvada”, que al final dio nombre a dicha exposición. Esto me dio que pensar y me animó a seguir la senda de la luz, tomando más en serio la iluminación en mis pinturas: creo que en los cuadros más recientes se nota la evolución, aunque queda mucho camino por recorrer.


Entrada al Patio (35x50)
     Con la luz podemos moldear las formas y darles volumen, podemos destacar los puntos del cuadro que consideremos más importantes. Con una luz suave o velada lograremos un ambiente íntimo o melancólico. Dependiendo de la iluminación expresaremos alegría utilizando colores vivos, como en un paisaje a plena luz del día en el que los colores vibran con intensidad. En cambio, si hay bruma o niebla, nos hace caer en una suave nostalgia, pero al atardecer estalla la luz  en  un  maravilloso es-                                               pectáculo multicolor.      

Al Sol de la Tarde (65x95)
    Podemos pintar la naturaleza imitándola, pero nunca llegaremos a superar tanta belleza... En mis cuadros me gusta fragmentar la luz en planos o pinceladas anchas modulando la iluminación desde las partes más claras del cuadro hasta las zonas en penumbra con planos de diferente intensidad, pero sin llegar al negro.

Patios de Arcos (35x50)
    El exceso de luz puede ser peligroso, ya que podemos llegar a la estridencia y caer en un efectismo demasiado artificial. Quizá lo más complicado para mí es llegar en el cuadro a una armonía general degradando la luz desde el punto principal hasta el resto de la obra.

  El dibujo me ayuda a comprender mejor la iluminación, sobre todo el dibujo a lápiz de grafito o carboncillo; utilizando la goma de borrar o difuminándolo puedo matizar mejor la luz. 
La Bordadora (73x60)
Quizá porque trabajo más relajado, en cambio, cuando pinto el trabajo es más tenso y necesito pintar con más rapidez: es otro estado de ánimo en el que me dejo llevar por la intuición y las sugerencias del cuadro, aunque en esta etapa me paro más a pensar la obra reflexionando y empleando más tiempo en su ejecución. Creo que las prisas no son buenas y lo importante es el resultado final.

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